miércoles, 4 de diciembre de 2013



Puede que fuese suficiente en algún momento. Ahora ya no sé dónde ir. Si huir de tus labios o dejarlos medio mordidos. La dulzura ya no me adorna ni me cobija. Sólo me señala aquél rincón de donde nunca debió salir. Podría mirarte y mirarte y mirarte...y nunca saber poner punto y final.  Y de nada, salvo del mundo, y de nadie, salvo de ti. 

¿Ahora sabes qué guardas? Con tus llaves, mis inviernos; tus veranos, mis pecados; en tu huida, mis llantos. 

Roza mi aliento. Piensa mi boca. Pequeña y rota de tus besos. Aún así repetiré.

Hoy no es día de enamoramientos. Quiero mi cuento. Te quiero a ti. Implacablemente para mí… a ti. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario